Estamos emocionados de anunciar que hemos recibido el comunicado en el que se nos informa la aprobación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para obtener la licencia Fintech. Es un gran logro, pero la travesía continua, debido a que la autorización, se encuentra sujeta al cumplimiento de algunas condiciones que debemos efectuar antes de poder anunciar y publicar que somos una entidad financiera. Es el equivalente de haber corrido los primeros 42 kilómetros en un maratón. Has corrido casi toda la distancia, pero no te puedes llevar la medalla a casa hasta que cruces la línea de meta.

La regulaciones en el sector financiero pueden hacer el camino largo y doloroso, pero haber trabajado en Fintech durante mas de una década me ha enseñado que son importantes. Cuando se ejecutan correctamente crean un balance, nos protegen sin restringirnos demasiado. Cuando la ejecución es mala, pueden fallar en la protección que ofrecen a los consumidores contra malos jugadores o prohibir la innovación que se requiere para crear más opciones para esos mismos consumidores. Por ejemplo, creo que todos estamos de acuerdo que para poder manejar un auto primero debes obtener una licencia y que la perderás si pones a otros en riesgo constantemente. Este es un ejemplo con mayor resonancia en México, donde obtener una licencia para manejar es mucho más fácil que abrir una cuenta bancaria. Eso debería ser distinto.
Yo ya había empezado a trabajar en Cuenca en enero del 2018 y me enamoré de México. Hay una gran ventana de oportunidad, como señalan Angela Strange y Matthieu Hafemeister de Andreessen Horowitz en su más reciente articulo de El boom de las Fintech en América Latina. México es un país maravilloso lleno de una cultura rica y gente increíble. Mi primer viaje a México fue en el 2012 cuando le propuse matrimonio a Bibiana, en el Cañón del Sumidero en Chiapas. Seis años después, con nuestro perro, Limoncello, nos mudamos a la Ciudad de México donde vivimos el día de hoy.
El plan original era levantar capital para adquirir una Sociedad Financiera Popular (Sofipo). Pero eso cambió, ya que para dentro del primer trimestre del año ya estaba claro, que estaba por ser aprobada la nueva Ley Fintech que incluía una cláusula permitiendo a las Fintechs que estaban ya operando, continuar sus actividades mientras tramitaban su solicitud y esperaban la aprobación de su licencia. Fue entonces que se concluyó con la incorporación de Cuenca, desarrollando una versión inicial del servicio, registramos a los primeros clientes y procesamos transacciones, fueron 48 horas sin dormir para poder seguir operando bajo el Plazo Transitorio.
El Presidente firmó la ley el 9 de marzo de 2018 y entró en vigor al siguiente día. Cambió el juego. La ley creó la licencia para Institución de Fondos de Pago Electrónico (IFPE), que es una nueva forma de institución financiera, la cual tiene la flexibilidad de aceptar depósitos de clientes y trabajar directamente con Banco de México, Mastercard y Visa. Ya no habría necesidad de asociarse con un banco en un país donde hay un total de 51 bancos y en el que solo alrededor de 20 de ellos emiten tarjetas.
Los últimos tres años hemos trabajado con reguladores, hemos mejorado nuestra plataforma, construido un equipo legal y de cumplimiento, preparado cientos y cientos de documentos; entregando varias versiones de la solicitud. Comparar este proceso con un maratón no se acerca a la experiencia real. Creo que la mejor forma de explicarlo es imaginar que vas a cruzar una cordillera al mismo tiempo que estás creando la ruta. Solo fue posible porque lo hicimos en equipo.
Que felicidad para toda las petsonas que confían en este gran Banco Digital. CUENCA. yo ya tengo una cuenta con ustedes desde el año pasado. Y hasta los he recomendado y ya mas de 10 personas que he apoyado para apertirar su cuenta con CUENCA y están felices. Felicidades CUENCA.
Esooo cabrones, ¡Por eso amo Cuenca!